Cáncer de médula espinal: tipos y pronóstico

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Artículo revisado y aprobado por Dra. Ibtissama Boukas, médico especialista en medicina familiar 

¿Qué es el cáncer de la médula espinal, y cual es la causa? ¿Cómo reconocerlo (síntomas)? ¿Cuál es el pronóstico vital para esta rara condición? ¿Es posible la curación?

En este artículo popular, aprenderá todo lo que necesita saber sobre el cáncer de médula espinal, desde su detección hasta las diversas opciones de tratamiento posibles.

Definición

¿Qué es el cáncer de médula espinal? También llamado tumor intradural, es una masa que se desarrolla en el canal espinal o en el vértebras  columna vertebral. 

Los tumores de la médula espinal se pueden clasificar en 3 tipos diferentes según el lugar donde crezcan en la médula espinal: 

Los principales tipos de tumores intradurales son:

  1. Tumores intramedulares se originan a partir de células de la propia médula espinal (como gliomas, astrocitomas o ependimomas).
  2. Tumores extramedulares se desarrollan en la membrana que rodea la médula espinal o en las raíces nerviosas que se ramifican desde la médula espinal. Aunque no proceden de la médula espinal como tal, este tipo de tumor puede afectar a la función de la médula espinal, en particular provocando una compresión de la médula espinal. Los ejemplos de tumores extramedulares incluyen meningiomas, neurofibromas o incluso schwannomas.
  3. Cualquier tipo de tumor de un área del cuerpo puede extenderse a las vértebras, o incluso a la médula espinal. Entonces hablamos de metástasis. Los cánceres más comunes que causan metástasis en la columna vertebral son los de pulmón, mama y próstata.

Causas

Se desconoce la causa de la mayoría de los cánceres de la médula espinal. Algunos de ellos pueden atribuirse a la exposición a ciertos carcinógenos.

Los linfomas, que son cánceres que afectan a los linfocitos (un tipo de célula inmunitaria), son más comunes en personas con sistemas inmunitarios debilitados.

Como parece haber una mayor incidencia de tumores espinales en familias particulares, se cree que lo más probable es que haya un componente genético en esta condición.

síntomas

El dolor de espalda, particularmente en la parte media o baja de la espalda, es el síntoma más común asociado con el cáncer de la médula espinal. Este dolor no es específicamente atribuible a una lesión, estrés o actividad física (dolor no mecánico).

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El dolor suele aumentar por la noche, o incluso en reposo. En cuanto a la ubicación, puede originarse en la columna pero puede extenderse a las caderas, las piernas, los pies o los brazos.

En la mayoría de los casos, empeora con el tiempo a pesar del uso de tratamientos como medicamentos, fisioterapia, estiramiento o ejercicio. Esto se debe a que el dolor no es mecánico y, por lo tanto, no responde a las estrategias convencionales para aliviar el dolor de espalda.

Según la ubicación y el tipo de tumor, pueden presentarse otros signos y síntomas, en particular cuando el tumor comprime la médula espinal, las raíces nerviosas o los vasos sanguíneos.

Aquí hay una lista de síntomas que se pueden experimentar:

  • Pérdida de sensibilidad o debilidad muscular en las piernas o los brazos
  • Dolor y/o síntomas neurológicos (como hormigueo o entumecimiento) en brazos y piernas
  • Dificultad para caminar, lo que puede causar caídas.
  • Disminución de la sensibilidad al dolor, al calor y al frío.
  • Pérdida de la función intestinal o de la vejiga
  • parálisis
  • Escoliosis u otra deformidad de la columna vertebral (debido a un tumor)

Diagnóstico

Un examen médico completo que enfatice el dolor de espalda y los déficits neurológicos es el primer paso para diagnosticar el cáncer de médula espinal.

Por un lado, un examen clínico permite aclarar el dolor lumbar y los déficits neurológicos. Por otra parte, las pruebas radiológicas son necesarias para un diagnóstico certero:

  • Rayos X :  Las radiografías de la columna se pueden utilizar para identificar un tumor, una infección, una fractura, etc. Sin embargo, las radiografías no son la forma más confiable de diagnosticar un tumor.
  • Tomografía computarizada (CT o CAT scan) : Una tomografía ofrece más información relacionada con las estructuras óseas. Puede ver la forma y el tamaño del canal espinal, su contenido y las estructuras que lo rodean.
  • Imágenes por resonancia magnética (IRM): La resonancia magnética tiene la capacidad de obtener imágenes de la médula espinal, las raíces nerviosas y las áreas circundantes. Puede observar irritación o compresión de la médula, o incluso un tumor.
  • Radiografía:  Este tipo de imagen es útil para identificar tumores óseos, infecciones o enfermedades relacionadas con los huesos.

En definitiva, la combinación del examen clínico pero sobre todo las pruebas deimaginería médica aclarar el diagnóstico de cáncer de médula espinal. Además, dan detalles del tumor identificado (maligno vs benigno, tipo, tamaño, etc.)

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Además, en ocasiones el médico prescribe una biopsia para obtener más información sobre el tumor y orientar el tratamiento.

Traitement

La toma de decisiones sobre el tratamiento del cáncer de médula espinal es multidisciplinar. Tiene en cuenta la opinión y la experiencia del cirujano ortopédico, médico oncólogo, radiólogo y cualquier otro médico especialista.

La elección del tratamiento tiene en cuenta el paciente, el tumor y la experiencia de los profesionales sanitarios. Optamos por tratamiento conservador, cirugía o una combinación de ambos.

Tratamientos conservadores

Las opciones de tratamiento no quirúrgico incluyen observación del tiempo, quimioterapia y radioterapia. Los tumores benignos asintomáticos que no parecen cambiar o progresar con el tiempo pueden simplemente observarse y monitorearse a través de resonancias magnéticas periódicas.

Algunos cánceres responden bien a la quimioterapia y otros a la radioterapia. Desafortunadamente, existen los llamados tumores “radiorresistentes” en el sentido de que no responden bien a la radioterapia. En este caso, la cirugía es la única opción de tratamiento viable.

Chirurgie

Las indicaciones para la cirugía varían según el tipo de cáncer. Por ejemplo, algunos tumores no metastásicos que se originan en la columna pueden extirparse mediante una resección completa.

En el caso de pacientes con tumores metastásicos, el tratamiento es principalmente paliativo. Su objetivo es restaurar o preservar la función neurológica, estabilizar la columna vertebral y aliviar el dolor.

En general, optamos por la operación cuando el tumor no ha respondido favorablemente a la radioterapia o quimioterapia, o si el cáncer metastásico permite un pronóstico vital de 3-4 meses. Por otro lado, determinadas situaciones (como la compresión de la médula espinal o la inestabilidad de las vértebras por una fractura) requieren cirugía sin demora.

Pronóstico vital y curación

El pronóstico vital del cáncer de médula espinal depende de varios factores:

  • edad del paciente
  • Estado de salud general
  • Tumor benigno o maligno
  • Tumor primario vs cáncer metastásico

En el caso de los tumores primarios (cáncer que se origina en la médula espinal), el objetivo es extirpar el tumor lo más rápido posible. Esto promueve una cicatrización óptima y previene el desarrollo de tumores malignos. Desafortunadamente, la resección completa no siempre es posible debido a la red nerviosa cercana (especialmente en presencia de un tumor intramedular).

En el caso de los tumores metastásicos, el objetivo es casi siempre paliativo, con un tratamiento dirigido a brindarle al paciente una mejor calidad de vida y posiblemente una mayor expectativa de vida. Afortunadamente, los avances tecnológicos y médicos permiten un relativo control de la enfermedad a través de la radioterapia y la cirugía.

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Desafortunadamente, la cirugía en adultos de varios tipos de tumores de la columna vertebral se ha asociado con un riesgo de complicaciones mayores (hasta un 14% según algunos estudios). Las complicaciones más comunes son infecciones a nivel operado, infecciones sistémicas y trombosis venosa profunda. Estos riesgos aumentan en pacientes con comorbilidades significativas.

Conclusión

El cáncer de médula espinal es una afección rara pero potencialmente grave. A pesar de que se desconoce su causa exacta, lo cierto es que su diagnóstico precoz es fundamental para mejorar el pronóstico vital y la recuperación.

Los tumores espinales pueden causar dolor, así como trastornos neurológicos que a veces incluso conducen a la parálisis. Los síntomas dependen del nivel alcanzado, y de la localización precisa a nivel de la médula espinal.

El tratamiento para un tumor espinal puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia u otros medicamentos.

Buena cicatrización !

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