Hiperalgesia: ¿Cómo reconocerla? (Tratamiento y Prevención)

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Artículo revisado y aprobado por Dra. Ibtissama Boukas, médico especialista en medicina familiar 

¿Has tenido una cirugía? columna vertebral, abdomen o extremidades? ¿Sientes un dolor insoportable más de lo necesario durante una pequeña presión o una palmada en la espalda? ¿Se han vuelto menos efectivos los analgésicos recetados por el médico? Bueno, puede que estés sufriendo de hiperalgesia.

Este popular artículo explica todo lo que necesita saber sobre la hiperalgesia, enfatizando los mecanismos de aparición y cómo aliviarla. 

Definición

Hablamos de hiperalgesia (o hiperalgia) cuando una persona tiene una excesiva sensibilidad al dolor, es decir, siente un dolor excesivo que normalmente no debería ser tan fuerte.

Generalmente es un trastorno del funcionamiento del cerebro, el médula espinal (sistema nervioso central) o nervios (sistema nervioso periférico).

Diferencia entre hiperalgesia y alodinia

Aunque ambos términos se clasifican en dolor neuropático, representan dos síntomas diferentes.

La alodinia es un dolor espontáneo que se siente durante un estímulo obviamente no doloroso, como una caricia, un toque, mientras que en la hiperalgesia el dolor que se sentía inicialmente durante un estímulo doloroso (presión con una aguja, por ejemplo) se amplifica.

¿Cuál es el mecanismo de aparición del dolor?

Antes de hablar de las disfunciones fisiológicas que pueden derivar en un estado de hiperalgesia, debemos comprender cómo se produce el dolor en el organismo.

De hecho, el dolor es una sensación desagradable que se siente durante un daño tisular real o potencial. La aparición del dolor es un fenómeno nervioso complejo que involucra procesos electrofisiológicos y neuroquímicos.

Tres etapas sucesivas son esenciales para la aparición del dolor en el cuerpo:

El primer paso involucra a los receptores del dolor nervioso llamados nociceptores. Se localizan en órganos periféricos como músculos, piel, órganos internos (vísceras).

Durante un estímulo (presión de una aguja sobre la piel), el impulso nervioso se genera a nivel del nociceptor y luego se transmite a la fibra nerviosa periférica.

La segunda etapa es la de la transmisión de los impulsos nerviosos al sistema nervioso central (médula espinal). A este nivel, el mensaje nervioso puede ser modificado (bloqueado, amplificado) luego es transmitido al cerebro que lo transforma en una sensación dolorosa. Este último componente constituye, por tanto, la tercera etapa.

¿Cuáles son los mecanismos de aparición de la hiperalgesia?

Como se indicó anteriormente, la hiperalgesia se debe a un mal funcionamiento del sistema nervioso. Varios mecanismos pueden estar en la raíz de esta disfunción, pero podemos identificar tres principales.

  • Daño del tejido nervioso tras cirugía o trauma: en este caso el estímulo nociceptivo es prolongado y la inflamación intensa.
  • Consumo de altas dosis de analgésicos como los opioides (morfina, oxicodona, hidromorfona)
  • Daño a los nervios periféricos o centrales

Estos tres mecanismos tienen aproximadamente el mismo modo de acción. Aumentan el umbral de respuesta de los nociceptores y por tanto el dolor se vuelve más intenso.

La hiperalgesia puede afectar los tejidos dañados. En este caso, hablamos de hiperalgesia primaria. También puede llegar a los tejidos sanos situados alrededor de la lesión inflamatoria. Esto se llama hiperalgesia secundaria.

En la hiperalgesia primaria, los tejidos afectados liberan sustancias químicas que exacerban la intensidad de la propia inflamación y, como resultado, un estímulo leve que se espera que cause un dolor mínimo se siente mucho más intenso. El nivel de activación del dolor es por lo tanto más bajo y el tiempo de latencia reducido.

En cambio, en la hiperalgesia secundaria, son los tejidos u órganos situados alrededor de la zona inflamatoria los que reaccionan. El dolor en el tejido perilesional sano se debe a la sensibilización de las fibras nerviosas adyacentes por un fenómeno conocido como reflejo axónico o inflamación neurogénica.

Durante la inflamación neurogénica, el estímulo del dolor periférico libera neuroquímicos en los tejidos lesionados. Estas sustancias se difunden a las fibras nerviosas vecinas no afectadas por la inflamación y, por tanto, provocan la misma sensación dolorosa. Este fenómeno también se denomina hiperalgesia de manchas de aceite.

En resumen, un descenso del umbral nociceptivo, una aumento de la excitación por daño orgánico, una la inhibición disminuyó al tomar opioides, una extensión del tamaño del campo receptivo a los tejidos sanos alrededor de una lesión y un reorganización sináptica duradera que conducen a una cronicidad del dolor son los diferentes mecanismos de hiperalgesia.

¿Causas de la hiperalgesia?

De todo lo anterior, podemos citar de forma no exhaustiva algunas causas de la hiperalgesia.

Estos son trauma tisular accidental (corte, contusión, fractura ósea, traumatismo por aplastamiento), daño nervioso traumático, trauma quirúrgico, quemaduras, tumores, radioterapia.

Con respecto al caso de los opioides, se ha descrito una hiperalgesia inducida por opioides (en inglés: Opioid duced hyperalgesia u OIH). A través de complejos mecanismos neuroquímicos (que no podemos detallar aquí), observamos que el consumo prolongado de opioides conduce a un aumento de la sensibilidad al dolor.

Es una complicación de las terapias crónicas con opiáceos pero diferente de la adicción a los opiáceos.

síntomas

En la hiperalgesia, el dolor que se siente después de un estímulo es intenso, agudo y paralizante.

Cuando se trata del logro de un órgano interno, este dolor puede ser profundo, como un calambre. El paciente experimenta dolor de forma continua o intermitente.

Se agrava con el movimiento, la tos, la risa, la respiración profunda o durante los cambios de vendaje. Estas últimas características corresponden más a la hiperalgesia posquirúrgica.

Cuando se trata de una hiperalgesia por presencia de tumor, el dolor es intenso y permanente.

Diagnóstico

 

El médico diagnostica la hiperalgesia buscando dolor por movilidad. Será necesario cuantificar clínicamente el nivel de dolor, buscar una ingesta analgésica cada vez mayor y dolor residual crónico.

También se pueden identificar síntomas indirectos como ansiedad, signos de depresión, insomnio, repercusiones en la vida diaria incluyendo actividades profesionales y sociales, etc.

En los adultos, varias escalas permiten al médico evaluar la intensidad del dolor. Estas son la escala analógica visual (EVA) y la escala numérica (EN) que cuantifican el dolor de 0 a 10.

También existe la Escala Verbal Simple (EVS). Con respecto a este último, se asignan las siguientes puntuaciones según la intensidad del dolor sentido y expresado por el paciente: Dolor ausente = 0; dolor bajo = 1; dolor moderado = 2; dolor intenso = 3; dolor extremadamente intenso = 4. El paciente requiere manejo del dolor si EVS ≥ 2.

Tratamiento: ¿Cómo aliviar la hiperalgesia?

 

productos farmacéuticos

 

El médico puede recetar ciertos medicamentos para aliviar la hiperalgesia.

Estos son:

– Antidepresivos

– antiepilépticos (gabapentina) o pregabalina

– analgésicos comúnmente llamados analgésicos

- antiinflamatorio

– cremas o geles anestésicos locales

– parches de lidocaína

Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea

 

Otro enfoque de solución utilizado por fisioterapeutas es la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS).

Esta técnica utiliza una corriente débil de baja frecuencia para reducir el dolor mediante la colocación de electrodos en la piel. Una sesión puede durar de veinte minutos a unas pocas horas dependiendo de la intensidad del dolor y se pueden realizar varias sesiones en un día (aunque es raro).

Se puede educar al paciente para que use este tratamiento de forma ambulatoria (en casa) y bajo demanda. Al aplicar los electrodos, el paciente puede sentir una ligera sensación de hormigueo.

 

Otros enfoques posibles para aliviar la hiperalgesia son:

 

  • Estimulación de la médula espinal mediante un electrodo en el espacio entre el canal óseo espinal y la duramadre (capa externa de la médula espinal)
  • Bloqueo o ablación neuronal (ablación por radiofrecuencia, crioablación): Este método permite inhibir la acción de los nervios mediante el uso de ondas frías o electromagnéticas.

Prevención de la hiperalgesia en el trauma quirúrgico

 

El uso de anestesia locorregional durante las operaciones quirúrgicas permite detener los impulsos nociceptivos periféricos y reducir la sensibilización central, lo que conduce a una reducción de la hiperalgesia postoperatoria.

Además, el uso de lidocaína y ketamina asociado a la anestesia general reduce considerablemente el riesgo de hiperalgesia postoperatoria. Estos fármacos permiten ahorrar opiáceos, es decir reducir al mínimo el consumo postoperatorio de morfina y por tanto reducir la hiperalgesia pericicatricial. Estos medicamentos aún funcionan en el cuerpo hasta cuatro días después de suspenderlos.

Finalmente, también será necesario evitar la exposición innecesaria y prolongada a los opiáceos y evitar cambios de dosis rápidos y drásticos.

Conclusión

La hiperalgesia o hiperalgesia es la excesiva sensibilidad al dolor durante un estímulo moderado.

Es causada por la disfunción del sistema nervioso central o periférico por tres mecanismos principales: daño del tejido nervioso después de un traumatismo accidental o quirúrgico, lesión del nervio periférico o central y consumo de altas dosis de opioides.

El manejo de la hiperalgesia involucra varias modalidades pero la mejor solución es la prevención.

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