Caminar cuando tienes dolor de espalda: lo que necesitas saber

dos personas caminando

Caminar es una actividad diaria que disfrutan muchas personas, ya sea disfrutando de la naturaleza, paseando por la ciudad o pasando tiempo con la pareja o mascota.

Sin embargo, si sufres de dolor de espalda, quizás te preguntes si caminar empeorará tu condición. En este artículo compartiremos contigo los consejos prácticos que doy a mis pacientes para caminar a pesar de su dolor de espalda.

Puntos importantes para recordar

  • Caminar es beneficioso para la salud, pero ciertas condiciones requieren ajustes para evitar que el dolor de espalda empeore.
  • Si padece afecciones como hernias discales, espondilolistesis u osteoartritis lumbar, caminar en ocasiones puede estar contraindicado.
  • Hay ajustes simples como reducir la longitud del paso o tensar los músculos abdominales para caminar sin dolor.
  • Caminar adaptado a tu condición, con descansos frecuentes y a un ritmo más lento, puede ayudar a aliviar el dolor de espalda.
  • Seguir un programa de caminata progresivo en función de tus capacidades es fundamental para mejorar tu tolerancia a esta actividad.

Caminar con dolor de espalda: ¿es recomendable?

Es bien sabido que caminar tiene muchos beneficios para la salud. Mejora la circulación sanguínea, estimula la liberación de endorfinas, reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y aumenta la esperanza de vida. Pero cuando se sufre dolor de espalda, ¿siempre es recomendable caminar?

En determinadas situaciones, caminar está contraindicado. Por ejemplo, si padece una afección cardíaca, pulmonar u osteoporosis grave, o una lesión aguda como lumbago o fractura, es mejor evitar caminar hasta que sane.

Además, si nota una cojera significativa, causada por ciático o artrosis de cadera, esto puede provocar compensaciones que empeoren el dolor en otras partes del cuerpo.

gente que sufre hernias discales, canal lumbar estrecho o espondilolistesis, cuyo dolor aumenta al permanecer de pie durante mucho tiempo, también debe evitar caminar sin el consejo de un profesional sanitario.

9 ajustes para caminar sin dolor

Si te gusta caminar y no quieres renunciar a esta actividad, existen ajustes sencillos para caminar y reducir el dolor de espalda.

  1. Tome descansos regulares para sentarse
    Tomar descansos para sentarse ayuda a aliviar la espalda y tolera mejor caminar. Esto también aumenta la duración de la caminata sin dolor.
  2. Reducir la velocidad al caminar
    Caminar más lentamente disminuye el impacto en la columna y los discos, lo que le permite caminar más tiempo sin empeorar el dolor.
  3. Acortar la longitud del paso
    Dar pasos más pequeños reduce la tensión en la pelvis y la columna, reduciendo así la tensión mecánica en la espalda.
  4. Contrae el músculo abdominal transverso
    La contracción de este músculo, ubicado profundamente en el abdomen, sostiene y estabiliza las vértebras lumbares. Para activarlo, imagina reprimir las ganas de orinar mientras tiras ligeramente del ombligo hacia adentro.
  5. Cambiar de postura al caminar
    Inclínese ligeramente hacia adelante o enderece, lo que alivie mejor su dolor. Un ligero cambio de postura puede reducir la tensión en la columna.
  6. Respira profundamente
    Al respirar profundamente mientras caminas, aumentas la oxigenación muscular y reduces la tensión, contribuyendo a un mejor bienestar.
  7. Use zapatos adecuados
    Los zapatos con buen soporte y absorción de impactos ayudan a prevenir el dolor al caminar.
  8. Evite superficies irregulares
    Prefiere caminar sobre terreno llano para evitar riesgos de lesiones y movimientos falsos.
  9. Utilice ayudas para caminar
    Si es necesario, los bastones o bastones pueden ayudarle a caminar más tiempo y estabilizar su equilibrio.

Programa de marcha progresiva

Para aquellos que quieren caminar a pesar del dolor, aquí tienes un programa progresivo que te ayudará a aumentar tu tolerancia a esta actividad.

Semana 1: Camina 5 minutos, descansa 5 minutos y repite este ciclo 2 veces (10 minutos de caminata en total). Repite esta rutina 4 veces por semana con un día de descanso entre cada sesión.

Semana 2: Camine durante 10 minutos seguidos, 4 veces por semana. Mantenga un ritmo moderado para evitar que el dolor empeore.

Semana 3: Camine 10 minutos, descanse 5 minutos, luego camine nuevamente 10 minutos (20 minutos de caminata total). Repita este programa 4 veces por semana.

Semana 4: Camine durante 20 minutos seguidos, 4 veces por semana. En este punto, deberías notar una mejora en tu tolerancia a caminar.

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referencias

Michel Benoist (2002). Historia natural de la hernia de disco lumbar y la radiculalgia. https://doi.org/10.1016/S1169-8330(02)00302-2

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