La joroba de búfalo es una acumulación anormal de grasa debajo de la piel a nivel de la cuello y épaules. Normalmente, el tejido de la piel se distribuye uniformemente en todas las áreas del cuerpo. Sin embargo, esta distribución puede mostrar anormalidades llamadas lipodistrofias como en la enfermedad de joroba de búfalo. Esta condición puede estar relacionada con una anomalía en la glándula tiroides. En este artículo veremos la vínculo entre la joroba de búfalo y la tiroides.
Breve recordatorio sobre la joroba de bisonte o "cuello de búfalo"
Joroba de búfalo es un término dado a laadiposidad localizada a nivel de cuello y épaules, que parece una joroba de búfalo: una masa grasa subcutánea acumulada en la base del cuello.
La joroba de bisonte pertenece a la familia de lipohipertrofias (aumentos anormales en el tejido graso en ciertas áreas del cuerpo). Pueden afectar diferentes zonas del cuerpo: el vientre, el tórax especialmente en las mujeres, el cuello dando la impresión de un bocio, el cuello y los hombros (área cervical posterior) materializándose por la joroba de bisonte, formando bolas redondas, depósitos de grasa móviles debajo la piel.
Para diferenciar de lipodistrofias, que se caracterizan por una pérdida anormal de tejido graso. Por lo general, afectan la cara, los brazos y las nalgas, y aparecen gradualmente durante meses o incluso años.
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Joroba de búfalo y tiroides: ¿cuál es el vínculo?
La joroba de búfalo puede suceder para una Variedad de razones, si no que además en general debido a la acumulación excesiva de grasa o desequilibrio hormonal como en el caso de enfermedad de tiroides.
La tiroides es una pequeña glándula con forma de mariposa que se encuentra en la base del cuello, justo debajo de la nuez de Adán. Secreta hormonas tiroideas que son necesarias para el funcionamiento normal de casi todos los órganos del cuerpo. Hay dos hormonas tiroideas principales: triyodotironina (T3) y tetrayodotironina (T4 o tiroxina). Estas hormonas juegan un papel importante en todas las etapas de la vida. Básicamente, permiten la regulación de muchos procesos, incluido el metabolismo.
Actúan sobre casi todos los tejidos. En tejido graso, estimulan la lipólisis, lo que conduce a la liberación de ácidos grasos libres. Como resultado, la colesterolemia total y la trigliceridemia aumentan mientras que la concentración plasmática de colesterol LDL (lipoproteína de baja densidad) disminuye. También hay una estimulación de la adipogénesis (producción de tejido adiposo) responsable del síndrome dismórfico (distribución facio-troncular de la grasa, relleno de huecos supraclaviculares, “cuello de búfalo o joroba de bisonte”).
A nivel de proteínas, hormonas tiroideas acelerar el metabolismo basal y, en consecuencia, aumentar el consumo de energía y oxígeno (O2) del organismo. También observamos un aumento de la actividad biosintética de proteínas por producción de ARN polimerasa I y II.
En resumen, una anomalía en la tiroides es la responsable de la acumulación de grasa en determinadas zonas del cuerpo. Cuando se sitúa a la altura del cuello o del hombro, hablamos de joroba de bisonte.
referencias
https://www.remedes-de-grand-mere.com/bosse-de-bison-exercices-corriger/