Proceso espinoso: definición y anatomía

apófisis espinosa

Artículo revisado y aprobado por Dra. Ibtissama Boukas, médico especialista en medicina familiar 

Pasa los dedos por la columna. Sentirá prominencias óseas a lo largo de la línea media. Cada “bulto” o “bulto” que se siente se refiere a una apófisis espinosa.

¿Qué es el proceso espinoso y qué hace? Este artículo explica la anatomía y varios detalles importantes relacionados con esta estructura de la columna vertebral.

Definición y anatomía

La apófisis espinosa es una protuberancia ósea en la parte posterior (posterior) de cada vértebra. La apófisis espinosa sobresale donde las láminas se unen en el arco posterior de una vértebra. 

Cada apófisis espinosa proporciona un punto de unión para los músculos y ligamentos de la columna. La mayoría de los músculos que se le atribuyen actúan como extensores de la columna. Ciertos músculos, por otra parte, también actúan permitiendo la rotación de las vértebras a las que están unidos.

El tamaño, la forma y la dirección de cada apófisis espinosa varían mucho de una región de la columna a otra. Así, estas prominencias óseas son diferentes a nivel cervical en comparación con el nivel dorsal, que también es diferente a nivel lumbar.

Dato interesante: las apófisis espinosas no están perfectamente rectas a lo largo de la columna. De hecho, es posible que una apófisis espinosa se desvíe ligeramente hacia la izquierda o hacia la derecha de la línea media.

Esto puede ser fuente de confusión, porque algunos asociarán este fenómeno con una fractura vertebral o incluso con una vértebra desplazada. No es tan.

Patologías relacionadas con la apófisis espinosa

Una esguince cervical (con estrés en hiperextensión del cuello) puede causar fractura de apófisis espinosa. Este tipo de fractura suele darse en la parte superior de la columna. Se trata principalmente de las vértebras cervicales sexta y séptima (llamadas C6 y C7) y la primera vértebra dorsal (llamada D6).

Estas fracturas también pueden ocurrir después de una contracción violenta del músculo trapecio o romboides. Esto es más a menudo una fractura por avulsión.

Las fracturas a este nivel suelen ser menores y tienen un buen pronóstico de curación a largo plazo sin secuelas. Por lo general, se tratan con inmovilización durante 4 a 6 semanas con un collarín cervical. 

Por otro lado, La enfermedad de Baastrup es una la llamada artropatía de contacto interespinoso. Se define por el presencia de una articulación entre las apófisis espinosas. Esta articulación se forma de manera anormal.

Para saber todo sobre la enfermedad de Baastrup, ver el siguiente artículo. 

Evaluación

Un profesional sanitario (como un fisioterapeuta, fisioterapeuta u osteópata) evalúa periódicamente la movilidad y la sensibilidad de la apófisis espinosa en su examen clínico de la columna cervical, dorsales y lumbares.

Por ejemplo, palpará la apófisis espinosa de cada vértebra en busca de dolor, hipomovilidad (falta de movimiento que significa rigidez articular) o hipermovilidad (exceso de movimiento que indica inestabilidad potencial).

Dependiendo de sus hallazgos, ajustará su plan de tratamiento y aplicará técnicas de movilización. Por ejemplo, movilizaciones muy suaves desensibilizarán la región y reducirán el dolor en la apófisis espinosa en cuestión. O bien, movilizaciones más agresivas aumentarán la movilidad de un segmento vertebral rígido.

Las imágenes médicas también permiten observar la integridad de las apófisis espinosas y excluir daños como una fractura (radiografía o tomografía computarizada), desprendimiento de ligamentos o daño muscular (IRM).

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