Absceso del psoas: definición y tratamiento

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Seguro que has oído hablar de la tendinitis del psoas, una de las enfermedades pélvicas más comunes que afectan al musculo psoas. ¡Los atletas ciertamente tienen una idea! Pero, ¿sabías que este músculo también puede ser el sitio de la supuración? se llama elabsceso del psoas. De qué se trata ? Es grave ? ¿Es una enfermedad curable? Respuestas en este artículo.

Recordatorio anatómico del músculo iliopsoas

Le músculo iliopsoas, también llamado iliopsoas, es un músculo profundo que forma parte de los músculos que forman la cintura pélvica. Es un músculo emparejado y simétrico que se origina a ambos lados del columna vertebral (lumbar) y encaja en el muslo, más precisamente en el extremo superior del hueso femoral.

Se llama iliopsoas porque está formado por dos cabezas musculares: el psoas mayor que se origina en espina lumbar y el músculo ilíaco que surge de la fosa ilíaca. Los dos se encuentran en la ingle para encajar sobre el extremo superior del fémur.

Es gracias a la perfecta posición anatómica de este músculo que podemos flexionar el muslo sobre la pelvis. Permite la flexión completa de la pelvis si la contracción es bilateral, y la inclinación homo o contralateral si la contracción es unilateral.

Por otro lado, el hecho de que una parte importante del nervio femoral atraviese el músculo psoas, su afectación constituye un factor determinante en el desencadenamiento de cruralgia.

Absceso del psoas: ¿qué es?

laabsceso del psoas es una enfermedad infecciosa caracterizada por supuración ou colección de pus a nivel del músculo psoas o iliopsoas. se clasifica en absceso primario psoas (resultado de la propagación de un agente infeccioso por vía hematógena o linfática), y absceso secundario psoas (causado por diseminación contigua desde un foco de infección adyacente).

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En la literatura, el absceso del psoas suele ser secundario. Las causas más comunes son infecciones gastrointestinales o musculoesqueléticas.

Causas del absceso del psoas 

El absceso del psoas suele ser de origen infeccioso y las etiologías de un absceso primario son diferentes a las de un absceso secundario.

En cuanto al absceso primario del psoas, puede ser que se produzca tras una propagación a través de la sangre o la linfa de un germen patógeno. También puede deberse a una lesión muscular local, concretamente un traumatismo (impacto directo en la zona lumbar) o una isquemia.

El absceso secundario, que es el más frecuente en la literatura, se presenta por contigüidad, cuando una infección afecta a uno de los órganos vecinos. Puede ser uno de estos casos:

  • espondilodiscitis complicado (inflamación de los cuerpos y discos intervertebrales)
  • Complicación de una infección del tracto urinario
  • Infección digestiva como diverticulitis.
  • Complicación de apendicitis o apendicectomía
  • Enfermedad de Crohn (EII)
  • Artritis u osteomielitis
  • Complicación de la tuberculosis (enfermedad de pott)
  • Ganglios linfáticos infectados

Los gérmenes más frecuentemente involucrados son:

  • Estafilococo patógeno ou aureus : generalmente responsable de un sitio infeccioso osteoarticular.
  • Coli. O la E.coli : 2da causa más común. La mayoría de las veces se asocia con un foco gastrointestinal o urinario.
  • Bacteroide (spp, s.viridans): frecuentemente aislado de un foco de origen gastrointestinal.
  • Tuberculosis micobacteriana: agente causal de la tuberculosis y las formas tuberculosas del absceso del psoas. Esta es la prerrogativa de los sujetos inmunocomprometidos.

¿Cómo se manifiesta un absceso del psoas?

La ubicación anatómica profunda del músculo iliopsoas hace que su deterioro sea muy difícil de reconocer. Aparte de la síndrome infeccioso, el absceso produce signos inespecíficos y constituye una trampa diagnóstica para el clínico.

Los síntomas infecciosos son variados, pudiendo ser:

  • Una fièvre
  • dolor lumbar o ilíaco: permanente ya veces pulsátil, que empeora durante los movimientos
  • Un psoítis: que corresponde a una inflamación o tendinitis del psoas que provoca una flexión dolorosa del muslo.
  • Una rotación externa de cadera relacionado con el ataque de su musculatura por contigüidad
  • Una masa palpable dolorosa en la parte baja del abdomen
  • Signos que puedan apuntar a las condiciones en cuestión (apendicitis, tuberculosis, EII, infección del tracto urinario, etc.)
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Diagnóstico del absceso del psoas 

Es cierto que el absceso del psoas es difícil de reconocer por sus signos poco específicos, pero su diagnóstico se facilita, hoy en día, gracias a las nuevas técnicas deimaginería médica (Resonancia magnética, tomografía computarizada, ultrasonido).

Ultrasonido abdominopélvico generalmente se solicita para el diagnóstico positivo y etiológico del absceso (sensibilidad 80%).

La CT (escáner) y elIRM permiten hacer el diagnóstico positivo del absceso por su sensibilidad cercana al 100%. También se utilizan para especificar la extensión del absceso y detectar el daño subyacente.

El diagnóstico completo también requiere prueba biológica y microbiológica de la presencia de la infección. La evaluación biológica incluye:

  • marcadores inflamatorios (leucocitos elevados, anemia inflamatoria, CRP, Etc.)
  • Creatina quinasa CK alto: enzimas específicas del músculo
  • cultura de sangre o hemocultivo que debe iniciarse en el pico térmico
  • Prueba microbiológica PCR para el aislamiento de gérmenes

Absceso del psoas: ¿qué consecuencias?

En ausencia de un tratamiento adecuado, el absceso del psoas evoluciona hacia la aparición de complicaciones que pueden comprometer el pronóstico funcional. Se pueden observar de inmediato o a largo plazo.

La supuración puede extenderse hacia la cavidad abdominal y provocar, entre otras cosas, una peritonitis (inflamación del peritoneo). La extensión también se puede hacer hacia los órganos pélvicos, en particular los sistemas urinario y genital.

En casos extremos, el germen responsable puede invadir el torrente sanguíneo y causar una septicemia ou septicemia (infección generalizada), cuya gravedad puede comprometer el pronóstico vital del paciente.

¿Cómo manejar un absceso del psoas?

El tratamiento del absceso del psoas se basa fundamentalmente en dos componentes terapéuticos:

  • Terapia con antibióticos
  • Drenaje del absceso

Los antibióticos a prescribir deben asegurar la cobertura de los gérmenes más incriminados: S.aureus y E.coli.

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Usualmente, usamos el betalactámicos (ampicilina o piperacilina), metronidazol ou Cefalosporina de 3ra generación (ceftriaxona).

La duración del tratamiento suele ser de 4 a 8 semanas.

Nota : Es necesario subrayar la importancia de la asociación de estos dos tipos de tratamiento, ya que el uso de antibióticos por sí solo no es suficiente y nunca ha conducido a la curación total del absceso.

La terapia con antibióticos debe ir seguida de drenaje de abscesos. Está indicado para drenar un absceso de al menos 3,5 cm.

Técnicamente, el drenaje se realiza guiado por imágenes (preferiblemente TC), y consiste en drenar el pus accediendo al músculo por vía retroperitoneal. Se puede dejar un catéter de drenaje en la cavidad del absceso para un posible drenaje adicional.

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