Dolor lumbar inflamatorio: ¿Cómo tratarlo?

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Artículo revisado y aprobado por Dra. Ibtissama Boukas, médico especialista en medicina familiar 

El dolor de espalda es común, es un hecho. Movimientos bruscos, levantamiento de cargas, "mala postura, todos estos factores se consideran causas "mecánicas" del dolor lumbar. Pero, ¿conoces el dolor lumbar inflamatorio?

Mucho menos común, mucho más perniciosa, esta condición, a diferencia del dolor lumbar mecánico, ocurre cuando su PROPIO sistema inmunológico ataca las articulaciones que rodean su columna vertebral.

¿Cómo reconocer el dolor de espalda inflamatorio? ¿Hay algún síntoma en particular o pruebas médicas que le ayuden a aclarar el diagnóstico? Y lo más importante, ¿existen tratamientos disponibles para quienes padecen este trastorno?

Este artículo cubre todos los aspectos que rodean a la lumbalgia inflamatoria, desde el diagnóstico hasta los distintos tratamientos disponibles, sin olvidar brindarte varios consejos para aplicar a diario para aliviar el dolor y mejorar tu calidad de vida. 

Definición de dolor de espalda inflamatorio.

 

Cuando hablamos de lumbalgia, a menudo nos referimos a la denominada lumbalgia “mecánica”. Este tipo de dolor de espalda provoca cambios estructurales en la columna vertebral y los tejidos circundantes.

El dolor resultante suele agravarse con el movimiento excesivo y prolongado, y se alivia con el reposo relativo y temporal. Afortunadamente, la mayoría de los casos finalmente se resuelven solos.

 

Es cuando el dolor persiste que llegamos a hacernos preguntas. Por ejemplo, solemos asociar la fibromialgia al dolor lumbar crónico. Pero hay otras condiciones responsables del dolor persistente. El dolor de espalda inflamatorio es uno de ellos.

¿Qué sucede ante la presencia de lumbalgia inflamatoria? Esencialmente, se cree que se desencadena una reacción inflamatoria sistémica en la columna vertebral, las articulaciones relacionadas y las entesis. Varios mediadores inflamatorios inducen cambios crónicos responsables del dolor lumbar y otros síntomas observados.

¿La causa? De acuerdo, la pregunta es legítima, pero me temo que la respuesta lo decepcionará. Desafortunadamente, actualmente no conocemos la verdadera causa de muchas enfermedades inflamatorias. Algunas teorías mencionan causas hereditarias y genéticas.

 

Sea como fuere, se puede observar una degeneración a nivel de la columna, hasta observar una fusión de vértebras y un riesgo de compactación vertebral ou fractura de vértebra. Debido al proceso inflamatorio crónico, también se pueden observar otros problemas de salud, como inflamación de los ojos (uveítis), o problemas cardíacos. 

 

Reconocer los síntomas

 

Es importante comprender que los síntomas, cuando se consideran individualmente, no son suficientes para concluir que existe una enfermedad inflamatoria.

Sin embargo, hay síntomas que deberían alertarlo. El primero es el dolor nocturno. Si el dolor te despierta con frecuencia por la noche (¡mientras descansas!), algo anda mal.

Otro síntoma que se encuentra con frecuencia es la rigidez matutina. Sylvain, uno de mis pacientes que sufre de espondilitis anquilosanteAsegura tener que esperar 30 minutos todas las mañanas para que su espalda se “desbloquee”, y pueda funcionar. 

Finalmente, la respuesta al ejercicio físico es un factor importante para diferenciar entre dolor lumbar mecánico e inflamatorio. Como se mencionó anteriormente, el dolor de origen mecánico parece disminuir con un reposo relativo. Por el contrario, los síntomas parecen mejorar con la actividad física en presencia de dolor lumbar inflamatorio.

Otros síntomas observados pueden ser:

  • Dolor lumbar que no mejora en 3 meses. Más bien, la condición progresa y parece empeorar con el tiempo.
  • El dolor a menudo se describe como "profundo", "sordo", "difuso", "pulsátil".    
  • Dolor que alterna de lado a lado, oa veces se irradia a las piernas. (¡Si el dolor alterna de un lugar a otro, es difícil concluir en una lesión precisa a nivel de la espalda!).
  • Períodos de picos de dolor seguidos de períodos de remisión
  • Dolor e inflamación en la región de las articulaciones sacroilíacas
  • Pérdida de movilidad en la región lumbar y en las caderas
  • Dolor articular y rigidez en general (tobillo, rodillas, costillas, etc.)
  • Otra condición inflamatoria (uveítis-enfermedad inflamatoria que afecta al ojo, psoriasis, síndrome del intestino irritable, etc.)

Evidentemente, esto afecta mucho a la calidad de vida personas con dolor lumbar inflamatorio. En términos concretos, los pacientes se quejan a diario de:

  • Dolor y rigidez matutinos.
  • mala calidad del sueño
  • Fatiga crónica
  • Preocupaciones de apariencia
  • Miedo al pronóstico futuro
  • Efectos secundarios de los medicamentos
  • Dificultad para trabajar (muchos paros laborales)

 

Exámenes clínicos, biológicos y radiológicos

¡Imagínese que a veces se tarda de 5 a 10 años (en promedio, 7 años) antes de diagnosticar el dolor lumbar inflamatorio! ¿Pero por qué? Por un lado, el paciente, a menudo joven, frecuentemente minimiza su dolor y piensa que se trata de una situación normal que pasará con el tiempo.

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¿Es negación? Puede ser. De todos modos, con frecuencia escucho a personas decir que abandonaron la consulta porque pensaron que su dolor se debía "al trabajo, a la falta de actividad física, a su reciente mudanza, ¡o incluso a una simple rigidez lumbar!". 

Luego, muchos médicos emiten el diagnóstico de dolor lumbar crónico inespecífico a pacientes que presentan dolor de espalda persistente. Frustrante, lo sé. El dolor de espalda es tan frecuente y generalizado que se banaliza. ¡Gran error!

Finalmente, el diagnóstico como tal es muy difícil de realizar. Esto se debe a que no existe una prueba diagnóstica precisa y única que concluya automáticamente que existe una lumbalgia inflamatoria.

¿Te imaginas tener que esperar 7 años antes de recibir un diagnóstico? ¡Imagina el impacto en la calidad de vida de las personas afectadas! Y como la lumbalgia también afecta a la actividad profesional de los afectados, inevitablemente tendrá un impacto en la sociedad a largo plazo.

Analicemos ahora los diversos exámenes que se pueden utilizar para concluir que existe un daño inflamatorio en la columna vertebral. Es probable que lo deriven a un reumatólogo si se sospecha dolor lumbar inflamatorio. Aquí tienes las diferentes pruebas clínicas, biológicas o radiológicas a las que serás sometido:

Examen clínico

Cuando un paciente con dolor lumbar se presenta en la clínica, el profesional de la salud a menudo comenzará con un historial médico, seguido de pruebas clínicas. Estos son los elementos que llevarán al médico a sospechar un dolor lumbar inflamatorio y a impulsar la investigación:

  • Síntomas sugestivos de posible compromiso inflamatorio (como se discutió previamente)
  • En el examen físico, observación de una disminución en el rango de movimiento de la columna (en particular, inclinaciones laterales y rotaciones del tronco, así como de las caderas en ciertos casos)
  • Cambio gradual en la postura de pie (encorvado hacia adelante)
  • Pruebas sacroilíacas positivo 
  • Dolor a la palpación del sitio de la entesitis

Análisis de sangre

Si se considera necesario, un médico también puede ordenar un análisis de sangre. En el caso de la lumbalgia inflamatoria, se podría observar:

  • Antígeno HLA-B27 positivo. Es un factor genético presente en casi el 90% de los pacientes con condiciones inflamatorias como espondilitis anquilosante. (¡ATENCIÓN! Una prueba positiva no es necesariamente sinónimo de dolor lumbar inflamatorio)
  • Un aumento en la tasa de sedimentación, indicativo de inflamación.
  • Una Proteína C reactiva (PCR) elevado, lo que significa la presencia de inflamación en el cuerpo

¡Advertencia! Un análisis de sangre positivo no es necesariamente sinónimo de dolor lumbar inflamatorio. Algunas personas que NO tienen dolor lumbar inflamatorio pueden, por ejemplo, tener el gen HLA-B27. En definitiva, no podemos basarnos exclusivamente en los análisis de sangre para concluir que existe una lumbalgia inflamatoria.

Imaginería médica

 

No es raro que un médico le pida al paciente que tenga una imaginería médica para aclarar el diagnóstico. En el caso del dolor lumbar inflamatorio, la radiografía rara vez es precisa. Esto significa que si observamos un sacroilitis radiológicamente, aumenta considerablemente la probabilidad de daño inflamatorio.

Así, una resonancia magnética es mucho más relevante para detectar la sacroilitis característica de ciertas espondiloartritis. Al igual que con los análisis de sangre, se debe tener en cuenta que una resonancia magnética negativa (es decir, que no muestra ninguna lesión) no significa necesariamente que no haya dolor lumbar inflamatorio. Esto se llama un "falso negativo" en términos técnicos.

Aunque no se prescribe de forma rutinaria, otra prueba para aclarar el diagnóstico es una gammagrafía ósea. Nuevamente, un examen negativo no excluye un diagnóstico de enfermedad inflamatoria.

 

Reacción a los antiinflamatorios

 

Otra forma interesante de determinar si el paciente sufre dolor lumbar inflamatorio es simplemente prescribiendo medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. Después de todo, si tomar estos medicamentos alivia significativamente los síntomas, uno podría sospechar que el dolor de espalda es potencialmente de origen inflamatorio.

 

 

Posibles diagnósticos de dolor lumbar inflamatorio

 

El dolor de espalda inflamatorio se relaciona con mayor frecuencia con una afección llamada "espondilitis anquilosante". Sin embargo, existen otros posibles diagnósticos que pueden reproducir síntomas similares. Estas patologías pueden provenir de un ataque inflamatorio o de otra condición: 

 

¡Me atrevo a esperar que ahora entiendas por qué es mejor no autodiagnosticarse haciendo una búsqueda rápida en Google!

 

 

Tratamiento: ¿Qué hacer? (9 consejos)

 

¿Qué hacer ante la presencia de dolor lumbar inflamatorio? Es simple. En primer lugar, no espere para siempre, de lo contrario, la condición se volverá crónica.

El mayor desafío ante la presencia de dolor lumbar inflamatorio es diagnosticar la enfermedad de manera temprana, antes de que cause un daño irreversible. De hecho, cuanto más rápido sea el tratamiento, más podremos frenar la progresión de la enfermedad, además de mejorar la calidad de vida de los afectados.

Hablando de calidad de vida... Aquí hay 9 consejos para aplicar diariamente para aliviar los síntomas, prevenir episodios agudos y mantenerse activo.

 

1. Incorpora ejercicios terapéuticos a tu rutina

Obviamente, las sesiones de cinesiterapia (fisioterapia) son muy recomendables en caso de dolor lumbar inflamatorio. Mencionamos anteriormente que elejercicio fisico síntomas generalmente aliviados, incluso más que con el dolor lumbar mecánico. Por lo tanto, un profesional de la salud puede guiarlo y ajustar los ejercicios terapéuticos de acuerdo con su condición.

Aquí hay algunos ejercicios que se pueden prescribir para mejorar la movilidad y promover una postura más recta. Pueden, por ejemplo, realizarse por la mañana para participar en el “desbloqueo matinal”. Si el dolor es demasiado fuerte por la mañana, puedes ajustar la intensidad de los ejercicios, o simplemente realizarlos cuando estés mejor:

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Respiración profunda (diafragmática)

 

Nota:  Además de mejorar la capacidad pulmonar, este ejercicio de respiración profunda también abrirá la caja torácica y las costillas. El rango de movimiento torácico debe ajustarse, especialmente en presencia de espondilitis anquilosante donde las costillas están afectadas.

  1. Acuéstese boca arriba (¡idealmente en un ambiente propicio para la relajación!) 

  2. Coloque una mano sobre el pecho y la otra sobre el estómago. La mano colocada sobre el pecho no debe moverse, porque queremos centrarnos solo en el abdomen. 

  3. Inhala por la nariz, expandiendo tu estómago como un globo. 

  4. Al final de la inhalación, contenga la respiración durante 2 segundos. 

  5. Luego exhala lentamente, sacando el aire por la boca hasta completar la exhalación. 

  6. Repita diez veces, yendo lentamente. 

  7. La progresión sería abrir la caja torácica respirando más profundamente. También puedes poner un peso en tu barriga que te sirva de resistencia.

  

extensión de pecho

 

  1. Siéntese con la cabeza y la espalda rectas.
  2. Tome la parte posterior de su cuello con las manos, manteniendo los codos apuntando hacia adelante (como se muestra).
  3. En el mismo movimiento llevar los codos hacia arriba, la espalda extendida y la cabeza hacia atrás.
  4. Vuelve lentamente a la posición inicial.
  5. Repita unas XNUMX veces, tomando descansos según sea necesario.

 

Rotación torácica

 

  1. Siéntese en una silla y coloque un palo detrás de su espalda como se muestra.
  2. En el mismo movimiento, gira el tronco ejerciendo una ligera presión gracias al palo.
  3. Mantén la posición de torsión cómoda durante 20 segundos.
  4. Regrese a una posición inicial, luego repita el proceso en el otro lado.
  5. Haz 3 series en total.

Extensión lumbar

Nota: Un requisito previo para realizar este ejercicio es poder pararse sobre los codos sin dolor o radiación incómoda en la pierna.

  1. Acuéstese boca abajo y coloque las manos a ambos lados.
  2. En el mismo movimiento empujar con las manos de manera de elevar la parte superior del tronco sin contraer los músculos de los glúteos.
  3. Ascienda hasta la amplitud tolerada, luego regrese a la posición inicial.
  4. Repita diez veces, tomando descansos según sea necesario.

Este ejercicio está tomado de la Método McKenzie. Se utiliza más para problemas lumbares de origen mecánico, pero puede permitir un aumento de la movilidad en extensión. 

2. Considere tomar medicamentos

Es cierto que a nadie le gusta drogarse (¡a mí primero!). Por otro lado, en el caso de la lumbalgia inflamatoria, se deben sopesar los pros y los contras antes de tomar una decisión. Obviamente, tu mejor aliado en este proceso es tu médico.

La adherencia a la medicación es importante porque el dolor lumbar inflamatorio no tratado puede progresar a deformidades de la columna e incluso fracturas. Obviamente, el médico ajustará las dosis y la duración según el estado personal de su paciente. Por ejemplo, algunas personas no toleran los AINE por la irritación que provocan en el estómago.

Solemos empezar con la prescripción de antiinflamatorios no esteroideos (AINE) durante 2-4 semanas para evaluar su eficacia. El objetivo de AINSI no es necesariamente tratar el origen del problema, sino controlar los síntomas y frenar la progresión de la enfermedad.

Si los AINE resultan ineficaces, el médico puede prescribir inhibidores de TNF con el objetivo de controlar la inflamación regional, y así ralentizar la evolución de las patologías inflamatorias. Por otro lado, se debe saber que estos medicamentos son costosos, restrictivos y exponen a veces a efectos adversos graves (como infecciones y tuberculosis).

En cuanto a los tratamientos invasivos (infiltración o cirugía), lamentablemente no podrán corregir el origen del problema. Por ejemplo, infiltraciones (como infiltraciones sacroilíacas) puede ayudar a aliviar el dolor en la nalga. En cuanto a la cirugía, está indicada sólo si la lumbalgia inflamatoria progresa hasta el punto de crear deformidades o subluxaciones.

 

3. Considere productos naturales

Es cierto que la homeopatía no está respaldada por evidencia científica sólida. Pero el hecho es que muchos pacientes que sufren de dolor lumbar inflamatorio dicen que se sienten aliviados con algunos productos naturales, geles, pomadas y hasta remedios de abuela!

Lo más importante es que informe a su médico sobre cualquier producto consumido. De hecho, el riesgo de interacción con los medicamentos recetados por su médico no debe subestimarse y podría causar reacciones adversas. Un homeópata también puede guiarte si alguna vez consideras esta opción terapéutica. 

Para aprender todo sobre los productos naturales (y cuáles usar para el dolor de espalda), ver el siguiente artículo.

4. Mantén el ánimo alto (¡es fácil decirlo, lo sé!)

 

“Ya no puedo vivir como vivía antes. Con mi pareja, los fines de semana salíamos, caminábamos. Hoy caminar un kilómetro me resulta doloroso, me duelen muy rápido las caderas y las rodillas. Durante las crisis, tengo la impresión de vivir en el cuerpo de una persona mayor.

Jennifer Massenot, paciente con espondilitis anquilosante.

Las condiciones inflamatorias suelen ser muy difíciles de vivir moralmente. Por estas razones, es necesario evitar el aislamiento socialy pida ayuda si es necesario. 

“Todavía no acepto la enfermedad y he decidido hacerme seguimiento con un psicólogo. Esperar a que pase, no creo que sea una buena idea y luego no hay vergüenza en pedir ayuda".  Karine

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5. Dejar de fumar

 

Según algunos estudios, el tabaquismo es responsable de la aparición más temprana de síntomas incapacitantes y del agravamiento de enfermedades inflamatorias como la espondilitis anquilosante.

Se sabe que fumar afecta la función cardíaca y pulmonar, además de alimentar la inflamación. Por experiencia también te puedo decir que varios de mis pacientes han visto disminuir su dolor dejar de fumar.

Si eres fumador, tienes un más razones para renunciar!  

 

6. Elige la ropa de cama adecuada

 

Desafortunadamente, muchos pacientes con dolor lumbar inflamatorio se quejan de dolor nocturno. Por experiencia, muchos han visto mejorar un poco sus síntomas al elegir ropa de cama adecuada. No hay pruebas sólidas a este nivel, pero la almohadas ortopédicas y los colchones semifirmes parecen ayudarlo a dormir mejor por la noche. ¡Intente dormir en una superficie diferente y vea por sí mismo el impacto en su dolor!

En cuanto a la almohada, opta por una almohada ortopédica viscoelástica. Para conocer la opinión de un profesional de la salud sobre este tipo de almohada, pincha aquí.

 

7. Decora tu hogar

 

Como la columna vertebral es más frágil en presencia de dolor lumbar inflamatorio, aumenta el riesgo de fractura en caso de traumatismo. Muchos pacientes amueblan sus casas con alfombras de piso, ducha o baño antideslizantes. ¡Más vale prevenir que curar!

 

Además, la rigidez de las articulaciones asociada con el dolor lumbar inflamatorio puede afectar la postura al sentarse, especialmente cuando se trata de sentarse en la taza del inodoro. Un ajuste fácil sería agregar reposabrazos o simplemente levantar el asiento.

 

8. Organice su estación de trabajo

 

Discutimos el mito del "mala postura" en un artículo anterior. Por otro lado, muchos pacientes afirman sentirse más cómodos cuando utilizan una silla ergonómica, un soporte lumbar o incluso un escritorio de pie.

Por otro lado, nunca olvides lo básico, a saber, que la postura sentada prolongada debe evitarse cambiando de posición tanto como sea posible.

 

9. Considere un dieta antiinflamatoria

 

Es obvio, muchos pacientes han visto una gran mejoría en su dolor después de cambiar su dieta.

Por supuesto, un nutricionista es el que mejor puede ayudarte. Pero podemos seguir la lógica de que algunos alimentos aumentan el nivel de inflamación, mientras que otros pueden disminuirlo. Nuestro objetivo será entonces limitar el consumo de alimentos que aumentan el nivel de inflamación, así como consumir alimentos que tengan un papel que jugar contra la inflamación.

Aquí hay una lista de alimentos que tienen un papel que desempeñar contra la inflamación (¡esta lista está lejos de ser exhaustiva!). Ten en cuenta esta lista la próxima vez que vayas al supermercado:

Alimentos con un papel que jugar contra la inflamación:

  • -Espirulina (Wu et al 2016)
  • -Curcumina o cúrcuma (Chin et al 2016)
  • -Col rizada
  • -Alimentos ricos en omega-3
  • -Verduras bajas en almidón (Sears et al 2015)
  • -Nuez
  • -Aceite de oliva
  • -Tomates

Por el contrario, hay alimentos que potencialmente pueden aumentar el nivel de inflamación en el cuerpo. Aquí hay algunos ejemplos (¡una vez más, esta lista está lejos de ser exhaustiva!):

 

Lista de alimentos a evitar para posiblemente reducir su nivel de inflamación: (Sears et al 2015)

 

  • -Grasas saturadas y grasas trans artificiales
  • -Algunos alimentos ricos en Omega-6
  • -Alimentos ricos en azúcar y fructosa
  • - papas fritas
  • -Alimentos procesados
  • -Cafeína
  • -Alcohol
  • -Bebidas gaseosas
  • - Exceso de carne roja

Si te interesa el tema, hay un artículo completo que explica la dieta antiinflamatoria y su relación con el dolor de espalda. Como bono, se ofrece un plan de alimentación de 7 y 28 días, así como un método completo llamado "La dieta contra el dolor de espalda".

Para saber todo sobre la dieta antiinflamatoria, ver el siguiente artículo

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Conclusión

¡Listo! Si estás leyendo estas líneas, espero que ahora puedas diagnosticar mejor el origen de tu dolor lumbar.

Es cierto que el diagnóstico en sí es complejo, pero ciertas pruebas y síntomas deberían darle una idea. Luego, un médico puede guiarlo a través del proceso y prescribir las pruebas y exámenes para aclarar la situación.

Recuerde que el mayor desafío con el dolor lumbar inflamatorio es diagnosticarlo temprano. ¡No esperes demasiado y, sobre todo, no dejes que tu dolor de espalda arruine tu vida!

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